Ayer tuvimos la última barbacoa en Galbo, y durante toda la semana la gente ha estado lléndose así que han sido unas fiestas muy raras con la gente llorando y despidiendose.
Son relaciones muy extrañas las del Erasmus, hace una semana estábamos todos juntos de fiesta y hoy apenas quedan cuatro gatos por Rackarbergets. De repente todo vuelve a cambiar igual que hace nueve meses dejé España y en una semana tenía cientos de personas nuevas a mi alrededor, solo que ahora es al revés. Han sido nueve meses que han pasado tan rápido y a la vez parece que llevo aquí años, aunque en mi habitación sigue habiendo ese aire de "temporal" donde no me funciona la luz y las cosas "las dejo aquí y ya lo ordenaré todo un día".
Me quedo con toda la gente que he conocido y que probablemente no vuelva a ver en la vida, con los pocos a los que estoy seguro que voy a ir a visitar, con los 10Gb de fotos y videos que no hay quien los ordene, con unas cuantas marcas repartidas por el cuerpo por ir sin juicio, con Europa cada vez más pequeña y con algo que me ha cambiado dentro.
Las despedidas siempre son jodidas...
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