El viernes por la noche alquilamos una furgoneta para irnos a Berlín con Raquel otros dos españoles y tres portugueses.
Al salir de Brno a las 12 de la noche resulta que la autopista parecía estar en obras y estaba llena de badenes, pues bien, estos badenes continuan hasta Praga y un rato más. Llevábamos el coche que parecía que tenía masajeador en los asientos. Aún así acabé durmiendome un ratejo. Al pasar por Praga casi ni me enteré y sólo pudimos ver un poco el castillo al fondo bien iluminado.
En Dresden nos perdimos un poco y estuvimos dando vueltas por la ciudad. Los portugueses que hablaban una mezcla de portugues y español eran bien cómicos. "Todo reito por la autoestrada" no hacían más que gritar.
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Al final conseguimos llegar a Berlín a las 7 de la mañana y encontrar el albergue gracias a google earth que me lo aprendí de memoria el día anterior, jaja.
En el albergue no nos daban la habitación hasta las 12 así que nos apalancamos en los sofases y nos dormimos bien dormidos hasta las 10. Luego nos fuimos al centro a ver el típico recorrido y por la tarde nos volvimos al albergue a ducharnos y arreglarnos algo.
Por la noche fuimos a la puerta de Brandenburgo a ver la final de la copa de futbol alemana entre el Bayern y el Borusia. Ver no vimos nada, pero estuvimos allí gritando como posesos y animando a todos. Al final ganó el Bayern. Pobrecicos los del borusia, con lo coloridos que iban todos de amarillo.
Tras el partido hicimos una parada técnica en el albergue para recargar y salimos en busca de una discoteca que nos habían dicho que era muy buena. Anduvimos lo indecible, preguntamos a miles de personas, hasta que a eso de las 2 encontramos a unos que dicen que van al garito ese y nos meten por unas callejuelas de un poligono industrial todo muy chungo, menos mal que éramos 6 ó 7. Tras cruzar un descampado llegamos a una fábrica vallada donde hay gente haciendo cola, de la fábrica salen luces pero todo sigue siendo muy oscuro.
En la cola nos damos cuenta que apenas hay mujeres y que todos los hombres visten muy raro. Al entrar nos cachean a todos y me confiscan la cámara, parece ser que no se pueden meter cámaras ni armas (armas!!!). La discoteca es bastante espectacular, parece ser una antigua fábrica con los techos altísimos, la música demasiado fuerte en todos los sentido, muchos flashes y muchos rincones oscuros. Una vez dentro confirmamos que es una discoteca gay, muy gay. Los personajes que hay son muy raros, vimos a Zangief el del Street Fighter y gente enseñando carne por todas partes, en los rincones se intuían parejas dándolo todo. Aparte de ese pequeño matiz el garito genial y todo muy bien montado.
Más tarde descubriríamos que la discoteca se llamaba PanoramaBar-Berghain y que parece ser una de las mejores del mundo. Pero el resto de la gente se rayó y tuvimos que salirnos a buscar más bares a las 4 de la mañana. Pasó lo que ya sabía, que no encontramos nada, acabamos en un garito que estaba vacío y a las 5 estábamos en el albergue.
Por la mañana me levanté a las 7 para ir a coger el bus hacia Hamburgo donde pasé el domingo de tranquileo descansando y el lunes volví a coger el avión para Uppsala.
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1 comentario:
español tenias que ser, venga criticar, asi nos va...
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