sábado, 23 de febrero de 2008

Viaje a Riga, Letonia

Hace un par de semanas nos fuimos tres días a Riga. Fuimos de viernes a lunes en avión desde Skavsta al aeropuerto internacional de Riga. Skavsta está a dos horas y media de Uppsala, así que tuvimos que levantarnos bien pronto y nos dormimos todos los autobuses hasta Skavsta, el internacional de Riga es bastante pequeñito. El viaje del aeropuerto al centro de Riga nos dio una impresión de Riga de ciudad bastante rota y descuidada, aun así hay un par de edificios nuevos modernillos que chocan bastante, en cierto modo me recordó a Bratislava.


Foto de equipo, para asegurarnos de que no faltaba nadie.

Al llegar al centro fuimos a dejar todo el equipaje al albergue Argonauts, que está bastante céntrico y es bastante decente. Nos metieron en una habitación de ocho personas, en la que a las 6 de la tarde había dos alemanes durmiendo, angelitos, les destrozamos la siesta jeje. Luego nos fuimos a dar una vuelta por Riga y como nos pillaba de camino pues nos compramos unas cervezas. Sorpesa: Riga no es mucho más barata que el resto de Europa, por lo menos podíamos comprar cerveza en un sueprmercado.


Este es el monumento por la libertad del pueblo letón, o algo así, muy comunista todo.

La fiesta la abrimos a las 7 en la sala común del hostal, que aún teníamos el chip sueco. En el hostal se nos unieron unos cuantos personajes bastante bebidos ya, a los pobres les costaba entender qué hacían juntos un español, un canadiense, dos alemanes y dos polacas, y qué tenía que ver todo con Suecia, nos echamos unas risas. Luego las chicas que llevaban el hostal se unieron a la fiesta y nos pusieron banda sonora al viaje:



Por la noche nos metimos en el Orange, que es un bar que nos indicaron por ahí, las cervezas a unos 3€, como ibamos finos tampoco nos salió muy caro, y el bar resultó ser bastante agradable, según avanzaba la noche la gente se iba levantando de las sillas y empezaba a bailar en las mesas, al final todos acabamos bailando en las mesas como buenos guiris.


Típico supermercado letón.


Foto de equipo en el Argonauts, pero ya sin formas ninguna.


Alex & amigo que nos encontramos por el camino.


Luise & yo.


Andreas, Agata & Iza.



Andreas y Agata haciendo sus coreografías.

Alex y yo, porque nosotros lo valemos.


Agata en cuanto ve una mesa no puede resistirse y tiene que subirse a bailar.

El sábado seguimos paseando por Riga, la ciudad tampoco da mucho de sí. Nos metimos en el museo de la ocupación de Latvia (Letonia) en el que enseñaban cómo les jodieron los rusos y luego los alemanes y luego los rusos y que durante toda la historia siempre habían estado ocupados, si es que están aquí en medio de tierra de nadie. Me impresionó la parte en la que explicaban cómo el ejército nazi entró en Riga como ejército de liberación para expulsar a los invasores del ejército rojo ruso, para que veais que malas son las generalizaciones, a los soldados alemanes se les veía bien contentos llevando paz y prosperidad por todo el mundo y seguro que muchos de ellos lo hacían de buena fé. Toda la ciudad los recibió con alegría y con razón, claro que al final con el tiempo acabaron en las mismas con la represión nazi.


Alex y una calle indefinida.


De paseo.


De vez en cuando aparecían fotos curiosas como esta.


Este parecía ser un edificio importante en la plaza mayor, todo escrito en alemán.


Uno de los edificios que Stalin regalaba.

Luego por la noche volvimos al Orange a terminar de reventarlo, metefóricamente, y volvimos a darlo todo encima de las mesas. Uno de los habitantes del hostal se cayó de una mesa delante mío aterrizando con la nuca en el suelo, menos mal que estaba bien borracho, al día siguiente le vimos andando así que no le pasó nada. El domingo más turismo pero parando a tomar algo cada media hora, que el cuerpo no daba para mucho más. Y ya el lunes otra vez el viaje de vuelta que duró casi todo el día.

Riga como ciudad la verdad es que tiene su encanto, pero se la ve muy descuidada, además luego los precios son iguales que en el resto de Europa así que no es una ciudad imprescindible. Ahora, que en el viaje me lo pasé como un enano.


El avión de Ryanair como está mandado, que notas la respiración de los de la fina de detrás en la nuca.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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