Hace poco más de dos meses que llegué a Uppsala y el paisaje que se ve desde mi ventana ha ido cambiando. Las hojas de los árboles se volvían de colores hasta que acabaron todas en el suelo, donde un señor se dedíca a recogerlas y amontonarlas con un cochecito.
Eso de recoger las hojas lo hacen por toda la ciudad porque con la de árboles que tienen la verdad es que se arma un espectáculo por las carreteras con las hojas mojadas y es bastante peligroso para las bicicletas.
Subo la foto de esta mediodía y la que hice hace dos meses desde mi ventana.
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