A veces en el Savoy, ocurren cosas extrañas. Menos mal que tenemos al gran Eugenio para vigilar que los sucesos paranormales no se nos vayan de las manos.
Es que los muñequitos estaban hasta los cojones de un trabajo tan poco flexible y querían viajar por el mundo en busca de nuevas experiencias, pero luego nos emborrachamos.
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1 comentario:
Yo era uno de los que jugaba en ese momento, la cosa tuvo explicación.
Dijeron nuestros contrincantes, si nos ganáis echamos la revancha fuera...
Y ganamos...
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